El diputado de la UCR evaluó que el gobierno nacional intenta imponer un régimen monárquico en todo el país, donde el voto de la gente “no tiene valor” y el oficialismo se nutre de los más necesitados para mantenerse en el poder.
Lo hizo a instancia de la dura realidad que vive el pueblo tucumano, que tuvo que salir a la calle a protestar para acabar con “una forma de la manipulación popular que ha destruido la democracia”.
Esa realidad la trasladó a Jujuy con el manejo discrecional que se hace con los fondos públicos, como el caso del financiamiento de los festejos del Día del Niño, que se hizo con recursos del CFI.
“La falta de control y el uso discrecional de enormes recursos públicos, no es un patrimonio del gobierno provincial. El gobierno nacional hizo lo mismo, esta década se ha caracterizado por ir limitando los controles. El Tribunal de Cuentas de Jujuy cada vez tiene menos recursos, menos espacio para controlar. Nunca se puso en funciones la auditoría de la provincia, no hay auditor, la ley de ética pública no está en funciones; no tiene conformada la oficina; el populismo que ahora ha sido reivindicada con una buena forma de gobierno, consiste en eso, en administrar discrecionalmente toda la plata del Estado” consideró Baca en el programa Sobremesa.
Coincidió Baca en que los “teóricos que siguen el Kirchnerismo, plantean que es una buena forma de gobierno”. “Consiste fundamentalmente en administrar la plata para los amigos, para los socios políticos o económicos; también hacer llegar algo a la gente con necesidades pero a cambio de la identidad política; en lugares donde más pobre es la gente, es donde mejor le va al populismo. Mientras tanto, van hacer un discurso que divide la sociedad, los que no están de acuerdo con eso, son los de derecha, los gorilas, los vende patria, los que trabajan para los medios, para el capital concentrado, para los EEUU. Es un discurso destinado a descalificar al que piensa distinto y como un resultado de este conjunto de administración discrecional y descalificación de los otros, y de creencia, en última instancia que el Poder le pertenece, que tienen que quedarse para siempre, la destrucción de la democracia”.
Trasladó esta realidad a Tucumán, recalcando que “Lo que pasó en Tucumán, es que hay un régimen electoral que allá lo llaman ‘acople’, parecido a la ley de lemas que teníamos de Jujuy y hace que miles de personas sean candidatos del oficialismo, porque es el que puede pagar la campaña de miles de acoples. Se usa brutalmente la pobreza de la gente que vive en regiones sin oportunidades donde saca el Frente para la Victoria, resultados espectaculares y además el fraude”.
Pero también advirtió que la sociedad se está dando cuenta que está siendo víctima de un engaño. “Llegó el día en que la gente de Tucumán se dio cuenta, que fue un sistema hereditario, donde el que está en el gobierno se queda para siempre, pone a su amigo cuando se le termina todos los plazos, puede poner los hijos después, en una especie de monarquía, a donde la gente es convocada y obligada a votar, pero el voto no tiene ningún valor, porque el que está se va a perpetuar en el poder”.
Y lo comparó con la “década infame”, que “el Peronismo vino a criticar, a estigmatizar y a superar, en el sentido que se comenzó en el país a respetar la voluntad popular, es exactamente igual a lo que pasa en Tucumán y parangón, hasta diría todavía más preciso, es con el régimen conservador que había antes que llegue Irigoyen, donde la gente iba a votar, pero le quitaban la libreta en la mesa y le devolvían con el sello que ya había votado. Una forma de la manipulación popular que ha destruido la democracia”.
Reconoció que “El tucumano, se dio cuenta que no vivía en una democracia, el Poder que obtiene Manzur, el gobernador electo, es un poder que no es legítimo. Hay una vieja distinción desde Aristóteles, entre la legalidad y la legitimidad. La legalidad es que yo llego al gobierno como dice la ley. La legitimidad Es la correspondencia entre lo que cree la gente y la forma en que alguien llega el gobierno”.
Una situación similar se vive en Jujuy con los jueces, “exactamente es lo mismo. Que se pueden nombrar con el sistema que tenemos, llegan dotados de legalidad, pero la gente ya no respeta ese sistema, no es un sistema que la gente suponga válido para acceder a la justicia. Hay jueces legales, pero ya no legítimos”.